CURAS
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Depresión |
Ejercicio físico. Anda a paso ligero de 15 a 30 minutos cada
día —o baila, haz footing o coge la bicicleta, si lo prefieres. A las personas
deprimidas no les suele apetecer estar activas. Pero, de todos modos, fuérzate
un poco (pídele a un amigo que te acompañe si lo necesitas para estar
motivado). En cuanto hagas del ejercicio un hábito, no tardarás mucho en
percibir un cambio a mejor en tu estado de ánimo.
Además del ejercicio aeróbico, algunas posturas de yoga
ayudan a aliviar los sentimientos depresivos. Prueba la postura del perro con
la cabeza hacia abajo o la de piernas arriba contra la pared (puedes encontrar
estas dos posturas en páginas de Internet sobre yoga). Hay otros dos aspectos del
yoga —las técnicas de respiración y la meditación— que también pueden ayudar a
encontrarse mejor a las personas con depresión.
Cuídate alimentándote bien. La depresión puede repercutir
sobre el apetito. Cuando están deprimidas, a algunas personas no les apetece
nada comer, mientras que otras lo hacen en exceso. Si la depresión ha afectado
a tus hábitos alimentarios, tendrás que tener muy presente la necesidad de
alimentarte bien, ya que la alimentación puede influir sobre el estado de ánimo
y el nivel de energía de una persona. O sea que come abundante fruta y verdura
y sigue un horario de comidas regular (aunque no tengas hambre, intenta comer
algo ligero, como una pieza de fruta, para mantener un buen nivel de energía
durante todo el día).
Identifica los problemas, pero no les des vueltas. Intenta
identificar las circunstancias que han contribuido a tu depresión. Cuando sepas
qué es lo que te ha hecho sentirte triste y decaído y por qué, habla sobre ello
con un amigo que te aprecie. Hablar es una forma de dar rienda suelta a los
sentimientos y de recibir un poco de comprensión. Si no tienes a quién
contárselo, abrir tu corazón escribiendo en un diario te irá igual de bien.
Una vez hayas aireado esos pensamientos y sentimientos,
centra la atención en algo positivo. Toma medidas para solucionar tus
problemas. Pide ayuda si la necesitas. Sentirse unido a los amigos y la familia
puede ayudar a aliviar los sentimientos depresivos. (Y tú también puedes ayudar
a tus allegados a sentir que pueden hacer algo por ti en vez de limitarse a ver
lo trise que estás.)
Exprésate. Cuando uno está deprimido puede tener la
sensación de que tiene bloqueadas la creatividad y la capacidad para disfrutar
de las cosas. Pero ejercitando la imaginación (pintando, dibujando, haciendo
garabatos, cosiendo, escribiendo, bailando, componiendo música, etc.) no sólo
podrás mantener tus jugos creativos fluyendo sino que tal vez te ayude a
experimentar emociones positivas. Dedica tiempo a jugar con un amigo o con tu
mascota o haz algo divertido a solas. Encuentra algo de qué reírte —tal vez una
comedia. La risa ayuda a levantar el ánimo.
Ve el lado positivo de las cosas. La depresión repercute
sobre los pensamientos de las personas, haciendo que todo parezca negro, triste
y negativo. Si la depresión te está haciendo ver solamente lo malo de la vida,
haz un esfuerzo por ver las cosas buenas. Primero concéntrate en ver una cosa
positiva, luego intenta buscar otra más. Considera tus puntos fuertes, tus
dones y lo afortunado que eres en algunos aspectos. Y, sobre todo, no te
olvides de tener paciencia contigo mismo. La depresión no se cura de la noche a
la mañana.