viernes, 28 de agosto de 2015

Depresión

CURAS
Depresión

Ejercicio físico. Anda a paso ligero de 15 a 30 minutos cada día —o baila, haz footing o coge la bicicleta, si lo prefieres. A las personas deprimidas no les suele apetecer estar activas. Pero, de todos modos, fuérzate un poco (pídele a un amigo que te acompañe si lo necesitas para estar motivado). En cuanto hagas del ejercicio un hábito, no tardarás mucho en percibir un cambio a mejor en tu estado de ánimo.
Además del ejercicio aeróbico, algunas posturas de yoga ayudan a aliviar los sentimientos depresivos. Prueba la postura del perro con la cabeza hacia abajo o la de piernas arriba contra la pared (puedes encontrar estas dos posturas en páginas de Internet sobre yoga). Hay otros dos aspectos del yoga —las técnicas de respiración y la meditación— que también pueden ayudar a encontrarse mejor a las personas con depresión.
Cuídate alimentándote bien. La depresión puede repercutir sobre el apetito. Cuando están deprimidas, a algunas personas no les apetece nada comer, mientras que otras lo hacen en exceso. Si la depresión ha afectado a tus hábitos alimentarios, tendrás que tener muy presente la necesidad de alimentarte bien, ya que la alimentación puede influir sobre el estado de ánimo y el nivel de energía de una persona. O sea que come abundante fruta y verdura y sigue un horario de comidas regular (aunque no tengas hambre, intenta comer algo ligero, como una pieza de fruta, para mantener un buen nivel de energía durante todo el día).
Identifica los problemas, pero no les des vueltas. Intenta identificar las circunstancias que han contribuido a tu depresión. Cuando sepas qué es lo que te ha hecho sentirte triste y decaído y por qué, habla sobre ello con un amigo que te aprecie. Hablar es una forma de dar rienda suelta a los sentimientos y de recibir un poco de comprensión. Si no tienes a quién contárselo, abrir tu corazón escribiendo en un diario te irá igual de bien.

Una vez hayas aireado esos pensamientos y sentimientos, centra la atención en algo positivo. Toma medidas para solucionar tus problemas. Pide ayuda si la necesitas. Sentirse unido a los amigos y la familia puede ayudar a aliviar los sentimientos depresivos. (Y tú también puedes ayudar a tus allegados a sentir que pueden hacer algo por ti en vez de limitarse a ver lo trise que estás.)
Exprésate. Cuando uno está deprimido puede tener la sensación de que tiene bloqueadas la creatividad y la capacidad para disfrutar de las cosas. Pero ejercitando la imaginación (pintando, dibujando, haciendo garabatos, cosiendo, escribiendo, bailando, componiendo música, etc.) no sólo podrás mantener tus jugos creativos fluyendo sino que tal vez te ayude a experimentar emociones positivas. Dedica tiempo a jugar con un amigo o con tu mascota o haz algo divertido a solas. Encuentra algo de qué reírte —tal vez una comedia. La risa ayuda a levantar el ánimo.

Ve el lado positivo de las cosas. La depresión repercute sobre los pensamientos de las personas, haciendo que todo parezca negro, triste y negativo. Si la depresión te está haciendo ver solamente lo malo de la vida, haz un esfuerzo por ver las cosas buenas. Primero concéntrate en ver una cosa positiva, luego intenta buscar otra más. Considera tus puntos fuertes, tus dones y lo afortunado que eres en algunos aspectos. Y, sobre todo, no te olvides de tener paciencia contigo mismo. La depresión no se cura de la noche a la mañana.

Depresión

SÍNTOMAS
Depresión

Los síntomas de depresión abarcan:
Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
Cansancio y falta de energía.
Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
Dificultad para concentrarse.
Movimientos lentos o rápidos.
Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
Sentimientos de desesperanza y abandono.
Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.

Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.

Depresión

DESCRIPCIÓN
Depresión

La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos

La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.

Depresión

ANTECEDENTES
Depresión

Como es fácil suponer, la depresión ha existido desde que el hombre vivía en cavernas. Se trata de uno de los trastornos psiquiátricos más antiguos que hayan sido documentados, pues en diversos escritos clásicos aparecen descripciones de sus síntomas. Hasta hace relativamente poco, la enfermedad se desconocía bastante, y apenas se sabía qué se podía hacer para ayudar a las personas que entraban en un estado absoluto de pesadumbre.
A veces se han utilizado remedios mágicos, porque el brujo de la tribu correspondiente le atribuía la culpa a espíritus negativos, o factores sobrenaturales.
Durante mucho tiempo, la enfermedad se conocía como melancolía. Y se pensaba que afectaba sobre todo a los artistas, pues muchos de ellos la padecían, e incluso la convertían en fuente de inspiración para sus trabajos. Ciertamente, muchos de los afectados eran personas de lo más imaginativo.
La melancolía en la Grecia antigua
Ya el filósofo griego Hipócrates, padre de la medicina, pensaba que para tener salud había que mantener en equilibrio los cuatro humores, según él la sangre, la flema, la bilis amarilla y la melancolía, que llamó así al unir los términos 'melan' (negro) y 'jole' (bilis). Un exceso de esta 'bilis negra' provocaba tristeza en el individuo. Hipócrates ya era por tanto consciente de que se trataba de una enfermedad. Otro ilustre personaje de la cultura helena, Aristóteles, estaba convencido de que la mayoría de personajes relevantes padecían este problema.
En el siglo XVIII, en Inglaterra, se habla de depresión por primera vez (al menos que se tenga constancia). El médico de la corte y poeta Richard Blackmore escribe que estar deprimido supone padecer tristeza. El término se deriva de la palabra latina "premere", que significa "empujar hacia abajo".
La Edad Media y el Renacimiento
Durante la Edad Media, la medicina árabe que aparece a partir de la expansión del Islam en el siglo VII, se inspira en las obras de los griegos. Durante esta etapa aparece un tratado muy significativo, "Magâla fî âl-Malîhûliyâ", de Ishaq Ibn Imran, dedicado por completo a esta dolencia. Explica que tiene su origen en factores físicos, pero también apunta que puede estar motivada por el miedo, la ira y el aburrimiento.
Mucho más tarde, durante el Renacimiento, André de Laurens, médico de la corte francesa en el siglo XVI, publica una obra muy importante, "Discurso sobre la conservación de la vista, las enfermedades melancólicas, los catarros y la vejez". El autor ha llegado a la conclusión de que la bilis negra puede llevar al hombre a un estado espiritual que le hace propenso al estudio de la filosofía y la poesía.
Ya en el siglo XVII, el médico británico Thomas Willis se da cuenta de que la teoría de los cuatro humores se ha quedado desfasada. Llegará a la conclusión de que provocan esta dolencia diversos procesos químicos del cerebro.
Primeros estudios
Hubo que esperar a finales del siglo XIX y principios del XX para que se empezara a estudiar en profundidad. Quienes empezaron a profundizar en la enfermedad fueron el alemán Emil Kraepelin y el austríaco Sigmund Freud, padre del psicoanálisis.
Freud estaba convencido de que esta dolencia estaba motivada por el contraste entre el "ello" (la naturaleza salvaje básica del ser humano) y el "superyo" (las reglas sociales). Por su parte, Kraepelin estableció una clasificación de la enfermedad, que podía ser simple, confusa, grave o fantástica, entre otras modalidades. Pensaba que tenía causas orgánicas vinculadas a elementos hereditarios.
En los 60 el estudioso americano Aaron T. Beck defiende que la depresión tiene su origen en problemas con el procesamiento de información mental. Cuando en los recuerdos absorbidos por el individuo predomina una visión negativa del mundo, puede aparecer la enfermedad.
A lo largo del siglo XX el término "depresión" se divide en otros más específicos como "obsesión", "ansiedad", etc. Nació la biopsiquiatría, que estudia los mecanismos químicos y el funcionamiento de los neurotransmisores, como causantes de los trastornos del estado de ánimo.